​

Theodor Adorno planteó que no se podía escribir poesía después de Auschwitz. Reconoció luego que existían matices dentro de tal aseveración, que su intención no era quitarle, al dolor, el derecho de expresión.

Estas palabras, a mi modo de ver, plantean un contraste entre la dimensión ética y la dimensión estética. Auschwitz representa un quiebre en los valores éticos, la poesía representa lo estético. Adorno plantea que después de un quiebre ético, no puede surgir un acto estético.

Paisajes opuestos se desarrolla a partir de esta reflexión.

Representando espacios que funcionaron como Centros Clandestinos de Detención bajo una estética que aspira a las bellas formas, la muestra intenta resaltar, por contraste, el quiebre ético que se produjo en estos sitios.

Se genera entonces una contradicción entre las dimensiones éticas y estéticas, dentro de una misma imágen.

Para realizar estas pinturas, tomé como punto de partida fotografías de Centros Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio que funcionaron durante la última Dictadura Cívico Militar Clerical argentina en la provincia de Buenos Aires. Estas imágenes, de los fotográfos Enrique Shore (CONADEP) y Martín Kraut (CIJ), fueron cedidas por el Archivo Nacional de la Memoria.